BUENOS AIRES.- Mauricio Macri se impuso con una diferencia de unos tres puntos a Daniel Scioli en una elección histórica que dirimió por primera vez en balotaje la presidencia del país y quebró 12 años de gobierno kirchnerista. Además, deja al PRO y a Cambiemos en un triángulo de poder inédito: Nación, Ciudad y provincia de Buenos Aires.
Macri había logrado atravesar en las elecciones del 25 de octubre la frontera del balotaje, el escenario más temido por las fuerzas de Scioli, con la certeza de que rompiendo ese dique la presidencia estaba al alcance de la mano: ayer absorbió según los cómputos provisorios el 51,68% de los votos, sobre 48,32% del gobernador bonaerense, cuando fue escrutado el 96,78% de las mesas, lo que da una diferencia de 826.186 sufragios. Macri es el primer presidente argentino en 69 años que no proviene del peronismo, el radicalismo o militares surgidos de golpes de Estado y logró construir una fuerza a la que se consignaba como un fenómeno porteño, sin trascendencia nacional. Anoche, al festejar el triunfo, Macri advirtió: “este cambio no puede detenerse en revanchas o ajustes de cuenta”. “Este cambio tiene que poner toda la energía y la vitalidad en construir la Argentina que soñamos, porque es verdad lo que hemos venido diciendo, que tenemos que construir una Argentina con pobreza cero, que lo vamos a hacer juntos, que tenemos que enfrentar y derrotar al narcotráfico, y que tenemos que unir a todos los argentinos detrás de eso”, agregó Macri. Antes, Scioli había reconocido su derrota y felicitó a su contrincante.
Eufórico, Mauricio Macri pidió anoche a los argentinos que no lo “abandonen”, en su primera aparición pública como presidente electo. El referente de la alianza Cambiemos se impuso ayer en un histórico balotaje frente a su rival del oficialista Frente para la Victoria, Daniel Scioli. Ante miles de militantes agolpados en Costa Salguero, el jefe de Gobierno porteño pronosticó que, a partir del 10 de diciembre, se inicia un cambio de época en el país.
“Si yo estoy acá es porque ustedes hicieron posible lo imposible”, dijo Macri desde el escenario de al hablar luego de que Scioli reconociera su derrota, y pidió “a Dios” que lo “ilumine para poder ayudar a cada argentino a encontrar su forma de progresar”.
“Les pido a todos, especialmente a aquellos que no nos votaron, que se sumen porque Argentina necesita que todos desarrollemos nuestras capacidades para lograr el país que soñamos”, añadió en un búnker colmado de eufóricos militantes que agitaban banderas argentinas y globos amarillos.
“Les pido por favor que no me abandonen, que sigamos juntos porque el 10 de diciembre comienza esta etapa maravillosa de la Argentina”, insistió Macri, rodeado de los principales dirigentes de Cambiemos, entre ellos una conmovida Elisa Carrió (Coalición Cívica), Ernesto Sanz (UCR), la gobernadora bonaerense electa María Eugenia Vidal, y el mandatario electo de Jujuy, Gerardo Morales (UCR), entre otros.
La fórmula compuesta por el jefe de Gobierno porteño y la senadora nacional del PRO Gabriela Michetti venció en el balotaje a la integrada por el gobernador bonaerense y por el secretario de Legal y Técnica de la presidencia de la Nación, Carlos Zannini. El líder del PRO sucederá a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner después de dos mandatos consecutivos, y luego de que presidiera la Argentina su marido, el ex presidente Néstor Carlos Kirchner.
La elección presidencial debió definirse, por primera vez en la historia política argentina, en segunda vuelta, luego de que Scioli se impusiera en la primera vuelta con el 37,08% de los votos y Macri se acomodara en segundo lugar con el 34,15%.
La fórmula compuesta por Macri y Michetti es la misma que en 2007 se impuso en la Ciudad de Buenos Aires, cuando el ex presidente del Club Atlético Boca Juniors resultó electo jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, distrito que gobernará hasta el 10 de diciembre. Macri dejará la gobernación de la Ciudad en manos de su actual jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, quien se impuso en la última elección porteña, también en balotaje.
“Este cambio no puede detenerse en revanchas o ajustes de cuenta”, lanzó Macri en un claro mensaje al kirchnerismo.
“Este cambio tiene que poner toda la energía y la vitalidad en construir la Argentina que soñamos, porque es verdad lo que hemos venido diciendo, que tenemos que construir una Argentina con pobreza cero, que lo vamos a hacer juntos, que tenemos que enfrentar y derrotar al narcotráfico, y que tenemos que unir a todos los argentinos detrás de eso”, agregó Macri.
“El (cambio) no va a ser fruto de un iluminado, eso no existe, esa Argentina la vamos a conseguir si cada uno de ustedes encuentra el camino del desarrollo y del progreso, y yo estoy acá para ayudarlos a encontrar ese camino, esa es mi tarea”, prometió. Al respecto, Macri agregó: “Le pido a Dios que me ilumine para poder ayudar a cada argentino a encontrar su forma de progresar, su forma de transcurrir la vida al lado de su familia, su forma de ser feliz, y les pido, escúchenme bien, estoy acá porque ustedes me llevaron a este lugar”.
Aprovechó su discurso como presidente electo para referirse brevemente a la política internacional “A los hermanos de América Latina, del mundo, queremos decirles que queremos tener buenas relaciones con todos los países, que queremos trabajar todos. Sabemos que el pueblo argentino tiene mucho para aportarle al mundo y queremos encontrar una agenda de cooperación”, convocó.
En el arranque de su discurso, Macri agradeció a “Lilita” (Elisa Carrió) y a Ernesto Sánz porque “tuvieron la generosidad” y pudieron “sumar, construir confianza”, que destacó, “es lo que necesitamos en la Argentina”. También agradeció a Michetti, a María Eugenia Vidal, a Horacio Rodríguez Larreta, y a su jefe de campaña, Marcos Peña. (DyN-Télam-Especial)